
Tailandia se desmarca de ASEAN e invita a la junta a una reunión sobre la crisis birmana
Bangkok, 19 jun (EFE).- El ministerio de Asuntos Exteriores de Tailandia ha convocado para este lunes una reunión informal sobre la crisis política en Birmania que incluye a representantes de la junta militar birmana, lo que ha causado el malestar de socios regionales como Indonesia y Malasia.
La cita, organizada con poca antelación, tiene como objetivo «apoyar los esfuerzos de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) para resolver la situación en Birmania», inmersa en una profunda crisis a raíz del golpe de Estado militar de febrero de 2021, apunta un breve comunicado ministerial publicado anoche.
El ministro tailandés, Don Pramudwinai, es el anfitrión de la reunión donde se espera la asistencia de «representantes de alto nivel» de Brunéi, Camboya, China, India, Laos y Vietnam, además del representante de la junta militar birmana, sin precisar nombres.
Tailandia, que se encuentra bajo un gobierno interino tras los comicios de mayo -en los que se impuso la oposición-, indica que esta reunión llama al «diálogo» como camino para «buscar soluciones pacíficas» en el país con el que comparte frontera.
«Tailandia quiere ver el cese de la violencia que eventualmente conducirá a la paz y la estabilidad dentro de Birmania», remarca el comunicado al precisar que la cita no equivale a una reunión formal del bloque del Sudeste Asiático, donde se veta la asistencia del representante de Exterior de la junta militar birmana.
Sin embargo, la estrategia de Tailandia, que cuenta con su propia enviada especial para Birmania y ha impulsado previamente otras conversaciones con representantes de la junta, choca con la posición de otros países de la ASEAN, como Singapur, Malasia e Indonesia, reacios a dialogar con los militares.
En sendas cartas, tanto Indonesia como Malasia han rechazado la invitación de Tailandia y han señalado que es importante apoyar la actual política de ASEAN sobre la crisis birmana, que incluye el veto a los miembros de la junta militar birmana a las reuniones de alto nivel del bloque del sudeste asiático.
Por su parte, el Gobierno de Unidad Nacional (NUG) de Birmania, formado por políticos y activistas contrarios a los militares y que se declara la autoridad legítima de Birmania tras la asonada, condenó la iniciativa de Bangkok.
«Invitar a la junta ilegítima a esta discusión no contribuirá a la resolución de la crisis política de Birmania», remarcó el sábado en un comunicado el Ministerio de Exterior del NUG.
El levantamiento militar, que derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi y puso fin a una década de transición democrática, desembocó en una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
Más de 3.650 personas han muerto por la brutal represión ejercida por parte de las fuerzas de seguridad, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos y desarmados, según los datos de la oenegé birmana Asociación para la Asistencia de Presos Políticos. EFE
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