Varoufakis explica su renuncia al ministerio de Finanzas griego

El exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis reveló en una entrevista publicada este lunes los motivos de su dimisión al cargo, tras quedar en minoría -la misma noche del referéndum- en su línea dura prevista ante el Banco Central Europaeo (BCE) tras el cierre de los bancos helenos.
El economista, de temperamento fuerte, quien aseguró antes del referéndum que renunciaría en caso de ganar el ‘Sí’, renunció de manera sorpresiva al día siguiente de la victoria apabullante del ‘No’, con el 61,1% de los votos, el 5 de julio.
Oficialmente, había tirado la toalla porque los acreedores no lo querían y el primer ministro Alexis Tsipras consideraba «útil» su partida para lograr un acuerdo.
Pero, en una entrevista con la revista británica New Statesman, realizada justo antes del acuerdo de este lunes para negociar una ayuda a la economía griega, reveló que perdió 4-2 en una reunión de gabinete tras la victoria del ‘No’, en la que abogaba por una línea dura ante el BCE.
Los bancos griegos están cerrados desde el 29 de junio para evitar una hemorragia de los ahorros, en tanto el BCE cesó de ajustar su techo de ayuda de urgencia a los establecimientos helenos.
Varoufakis, persuadido de antemano que esta situación «querida por el BCE para sellar un acuerdo» iba a producirse, previó «un tríptico» de acciones para responder: «emitir un IOU» (fonéticamente «I owe you», «yo les debo», desde el reconocimiento de la deuda en euros); «aplicar un descuento a plazos de las obligaciones griegas» en manos del BCE para reducir la deuda, y «quitar al BCE el control de Banco de Grecia».
Esto dejaba, en su opinión, entrever una posible salida de Grecia del euro pero con la certeza de que no había ningún medio legal para empujarla hacia fuera. Según él, eran los medios necesarios para amedrentar a los acreedores y obtener en consecuencia un mejor acuerdo.
Estas sugerencias las hizo varias veces entre el 29 de junio y la victoria del ‘No’.
«Pero aquella noche, el gobierno decidió que la voluntad del pueblo, ese ‘No’ rotundo, no tenía que ser el desencadenante de esa aproximación enérgica», se lamentó. «Por el contrario, debía llevar a hacer concesiones aún mayores al otro campo».