Incluso en el país del agua nos preocupa la sequía
En Suiza se pueden predecir avalanchas, inundaciones y olas de calor, pero —a diferencia de otros países— no existe todavía un sistema nacional de alerta contra la sequía. Qué hay que saber sobre la sequía, sus causas y cómo predecirla.
Está prohibido regar jardines, lavar coches y llenar piscinas. El agua escasea y hay que usarla con moderación. El siguiente paso podría ser racionarla. Esto es lo que se comunicó a la población de algunos municipios helvéticos en el verano de 2022, cuando Europa sufrió la peor sequía en 500 años.
Algunos lagos casi se secaron —como el lago de Brenets en la frontera con Francia— y el bajo nivel del río Rin creó no pocos inconvenientes para la navegación, con el consiguiente descenso de las mercancías importadas a Suiza. En las montañas, por su parte, helicópteros del Ejército tuvieron que transportar agua a numerosos pastos alpinos.
Las copiosas precipitaciones del pasado mes de mayo —que llenaron lagos y ríos— aliviaron en parte la sequía que ha caracterizado, asimismo, los primeros meses de 2023. Sin embargo, la alarma de sequía no ha cesado.
Preocupa la escasez de nieve en las montañas. Algo que durante la estación estival podría privar al país alpino de un importante aporte de agua; con graves consecuencias para abastecer a la agricultura, la producción hidroeléctrica y los ecosistemas.
Nadie sabe si este verano va a llover y —si lo hace— en qué cantidad. Suiza no tiene una visión general —a nivel nacional— de la oferta y la demanda de agua y, a diferencia de otros países, no existe un sistema de detección temprana y alerta de sequías. Pero esto podría cambiar.
Oro azul: cómo el depósito de agua de Europa gestiona la escasez de agua
En muchos lugares del mundo el agua comienza a escasear. Incluso Suiza —que cuenta con gran parte del agua de Europa— debe replantearse su gestión hídrica y prepararse para las cada vez más frecuentes sequías. Esta serie explora los potenciales conflictos relacionados con el consumo del agua y las soluciones para gestionar mejor este preciado recurso.
¿Qué es la sequía?
La sequía es una falta prolongada de agua por insuficientes precipitaciones o evaporación fuerte. 2022 ha sido el año más cálido y con menos lluvia desde que comenzaron los registros en Suiza, en 1864, según la Oficina Federal de Meteorología y Climatología (MeteoSwiss). En las regiones meridionales del cantón del Tesino entre junio y agosto cayó menos del 40 % de la lluvia prevista habitualmente.
Existen tres tipos de sequía. La sequía meteorológica indica la falta de precipitaciones durante un periodo prolongado. En Suiza, se define como el periodo más largo en el que se mide menos de 1 mm de precipitación en una estación.
El récord lo ostenta Lugano, en el Tesino, donde entre diciembre de 1988 y febrero de 1989 durante 77 días seguidos prácticamente no llovió ni nevó. La estación meteorológica de Coldrerio —también en el Tesino— es la que el año pasado registró el periodo seco más largo: 40 días sin precipitar entre mediados de febrero y finales de marzo.
La sequía hidrológica se produce cuando el agua de los lagos y ríos está por debajo de un determinado nivel. En agosto del año pasado el nivel de los lagos de Lugano, Lucerna, Constanza y Walen alcanzó su mínimo histórico.
Se habla de sequía agrícola, por su parte, cuando la humedad de la tierra es especialmente baja y las raíces de las plantas no reciben suficiente agua, como ha ocurrido a principios de esta primavera —según MeteoSwiss— en algunas zonas al sur de los Alpes. Se trata de un fenómeno extremadamente local que depende del tipo de cultivo y de las características del terreno.
¿Cuáles son las causas de una sequía?
Algunas de las principales causas naturales de la sequía son la persistencia de una zona atmosférica de altas presiones que limita las precipitaciones y las altas temperaturas. El déficit hídrico además puede deberse a que el consumo de agua y agua potable aumente por el crecimiento demográfico, por ejemplo. La deforestación y la agricultura intensiva también contribuyen a que el suelo se seque.
El calentamiento global, asimismo, está entre las causas de la sequía o, más bien, entre los factores que aumentan su probabilidad. La crisis climática ha multiplicado por 20 la probabilidad de que Europa, Norteamérica y Asia hayan sufrido en 2022 sequías récord, tal y como apunta un estudio internacional realizado por la Escuela Politécnica Federal de Zúrich.
¿Por qué en Suiza se pueden predecir muchos peligros naturales, pero no las sequías?
Desde 2014, Suiza dispone de información actualizada sobre el peligro que conllevan las tormentas, el viento, las avalanchas, las inundaciones, los corrimientos de tierra, las olas de calor y los incendios forestales. Los sistemas de alerta se activan en caso de necesidad. El país también dispone de un sistema de detección de granizoEnlace externo que combina datos de radares meteorológicos, una red de sensores automáticos y avisos a la población.
Y, sin embargo, no cuenta con un sistema de alerta de sequías. La razón es sencilla: Suiza dispone de enormes reservas de agua y la sequía, históricamente, nunca ha sido motivo de preocupación.
¿Cómo se prepara Suiza ante las posibles sequías del futuro?
A pesar de sus glaciares alpinos e innumerables lagos, ríos y arroyos, Suiza no es inmune al riesgo de sequía, sobre todo si a un invierno seco le siguen una primavera pobre en precipitaciones y un verano inusualmente caluroso.
Entre 1994 y 2017 la sequía causada por déficits de deshielos en los Alpes aumentó un 15 % respecto al período entre 1970 y 1993, según un reciente estudioEnlace externo del Instituto de Investigación de la Nieve y las Avalanchas. “La tendencia continuará en el futuro”, afirma Manuela Brunner, autora del estudio.
A largo plazo, en Suiza hará más caöpr y el país será más seco. Los episodios de sequía serán más frecuentes, más intensos y se prolongarán durante más tiempo. Ante esta perspectiva, el año pasado el Gobierno suizo decidió crear un sistema nacional de detección precoz y alerta de sequías (previsto para 2025).
Este dispositivo permitirá, por ejemplo, planificar el riego de los cultivos agrícolas y encontrar alternativas a la navegación en lagos y ríos. Quienes gestionen las centrales hidroeléctricas podrán planificar la producción de electricidad, mientras que los servicios de bosques podrán intervenir para prevenir incendios forestales.
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La escasez de agua también afecta a Suiza
¿Qué herramientas y tecnologías permiten predecir una sequía?
La sequía se manifiesta lentamente, por lo que es esencial vigilarla de cerca, abarcando todos los aspectos del fenómeno, desde la hidrología hasta la meteorología, dice Christoph Spirig, de MeteoSwiss. “No es fácil predecirla con suficiente antelación”, explica.
Hoy en día, varios cantones se basan en la información de la plataforma drought.chEnlace externo, creada en 2013. Esta herramienta gestionada por el Instituto Federal Suizo de Investigación Forestal, la Nieve y el Paisaje (WSL) informa sobre distintos indicadores hidrológicos, desde el nivel de los lagos y el caudal de los ríos hasta el equivalente en agua de la nieve en las montañas.
El nuevo sistema de alerta de sequía —con un coste de 4,75 millones de francos— creará una red nacional de sensores que medirán la humedad del terreno en tiempo real. El sistema integrará los datos hidrológicos de la plataforma WSL y la información de los satélites que observan las condiciones meteorológicas. Proporcionará información sobre todo tipo de sequías.
El dispositivo irá mejorando de manera progresiva en función de las experiencias de los usuarios (las explotaciones agrícolas, por ejemplo). El objetivo es prever el inicio de la sequía con semanas de antelación.
¿Qué están haciendo otros países?
Suiza se inspira en las soluciones que ya han adoptado países que históricamente se han visto más afectados por sequías, explica Christoph Spirig, de MeteoSwiss. Países como Estados Unidos, por ejemplo, cuyo sistema de vigilancia de la sequíaEnlace externo puesto en marcha en 1999 consiste en un mapa —actualizado cada semana— que muestra la intensidad de los fenómenos de sequía.
Los países de la Unión Europea recurren al Observatorio Europeo de la Sequía. Esta herramienta —introducida en 2007— se basa en el análisis de una serie de indicadores, como las precipitaciones, la humedad del suelo, los niveles del agua subterránea y el estrés hídrico de la vegetación.
Un tercio de la población a escala mundial, sin embargo, no está protegida por sistemas capaces de emitir alertas tempranas de sequía u otros fenómenos meteorológicos extremos. Las Naciones Unidas en 2022 pusieron en marcha la iniciativa Early Warnings for All (Alertas tempranas para todo el mundo), en la que participan bancos multilaterales de desarrollo, organizaciones humanitarias y la sociedad civil. Esta iniciativa en un principio pone el foco en 30 países expuestos a riesgos de manera especial. El objetivo es que para 2027 toda la población del planeta esté protegida con sistemas de alerta temprana ante los fenómenos meteorológicos, hídricos o climáticos.
Texto adaptado del italiano por Lupe Calvo
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