Mezzogiorno, una mirada alejada de la Bella Italia

El mercado del barrio de Ballarò, en el centro de Palermo. Roger Wehrli

En su libro de imágenes ‘Mezzogiorno’, el fotógrafo suizo, Roger Wehrli, profundiza aún más en un tema que le ha acompañado desde hace años. Alejándose de la Bella Italia de los destinos turísticos, nos muestra la vida cotidiana del sur del país.

En una de sus fotografías podemos observar una carretera de montaña que termina por desaparecer con una curva cerrada. Una parte del lado derecho de la calzada se ha desprendido cayendo por el precipicio, dejando al descubierto grandes socavones. En un principio, la fotografía de Roger Wehrli no habla más que de ese desprendimiento que se aprecia a simple vista. No obstante, una segunda mirada revela otro significado. La imagen no se refiere solo a una fuerza de la naturaleza, sino al fracaso de un poder estatal ausente e indiferente.

“En Italia siempre se tiene la sensación de que la situación está empeorando, o incluso que no hay esperanza. Pero entonces descubres que lo peor no tiene fin. Una y otra vez”, comenta el fotógrafo.

Las consecuencias de la miseria económica son visibles en muchos lugares del sur de Italia, en Sicilia incluso más que en otros lugares: edificios industriales abandonados, puentes en ruinas, carreteras en mal estado, demoliciones en lugar de nuevos comienzos. Es probable que eso no cambie ni siquiera con el nuevo gobierno, que promete poner a los ciudadanos en primer lugar. Un tercio de las familias que viven en el sur se consideran pobres, mientras que en el norte solo lo son una de cada diez.

Wehrli conoce bien el tema que reflejan sus fotografías. Un largo proceso de investigación precede sus imágenes. O tal vez también tenga que ver simplemente la vida. Su pareja es italiana, sus padres se trasladaron a Suiza para trabajar y quedarse ahí.

“Cuanto más se visita un país, más preguntas surgen”, señala Wehrli. El fotógrafo ha encontrado muchas de las respuestas a esas preguntas viajando, observando la vida y las conversaciones de la gente.

Una familia espera la ceremonia de bautizo frente a la puerta de entrada de la Catedral de Palermo. Roger Wehrli

Las imágenes de Wehrli irradian calma, en marcado contraste con sus personajes cuya animada discusión y motivada algarabía en un bar siciliano podemos imaginar. Su enfoque se caracteriza por la tranquilidad, no busca la espectacularidad, lo que le interesa son las condiciones de vida y la vida cotidiana de las personas que encuentra.

El paisaje de la mafia

No se aprecia a primera vista en sus fotografías, pero buena parte de ellas están tomadas en los lugares de origen del crimen organizado, la mafia italiana: la Ndrangheta calabresa, la Cosa Nostra siciliana, la Camorra napolitana y la Sacra Corona Unita apulense.

Inmortalizar imágenes en San Luca, Calabria, pero también en partes de Sicilia o de noche en los Quartieri Spagnoli de Nápoles, requiere no solo conocimientos técnicos, sino también valor. Sin embargo, Wehrli no se deja avasallar. Detrás de todo eso hay una profunda convicción de que documentar las situaciones crea conciencia y por lo tanto, en el mejor de los casos, conduce a mejoras.

Las imágenes de su libroEnlace externo se complementan con un texto de Leonardo La Rosa, antiguo compañero de viaje del fotógrafo. La suya es más que una simple introducción a las fotografías: es el resultado de una colaboración. Sobre el título del libro escribe lo siguiente: “En cierto momento (…) el Mezzogiorno, el Sur, se convirtió en algo lamentable, atrasado, un no-lugar de incapacidad y -en última instancia- de crimen. Hoy el Mezzogiorno es la figura de un país que sale a buscar fortuna en el norte. Aunque no todos se van. Y los que quedan se vuelven duros y resistentes, gente que no olvida cómo soñar, pero lo hace con una mirada de amarga ironía”.

Adaptado del alemán por Carla Wolff