“La mayoría de los afganos no obtienen el estatuto de refugiado en Suiza”

Son muchos los afganos en camino del exilio, sin embargo la mayoría de los que llegan a Suiza no obtiene el estatuto de refugiado. Keystone / Sedat Suna

Huir de la violencia de su país no es un argumento suficiente para obtener el estatuto de refugiado en Suiza. Este término es interpretado "muy restrictivamente" por la Confederación Helvética, critica Anja Klug, jefa de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y considera que “es importante que Suiza revise esta práctica".

Desde que los talibanes se apoderaron de Kabul, más mujeres y hombres afganos han optado por la ruta del exilio. Recientemente, las autoridades suizas han observado un incremento en las llegadas a través de su frontera con Austria.

Las personas de nacionalidad afgana que no sean devueltas a otro país europeo, en cumplimiento del Convenio de Dublín, estarán bien protegidas por Suiza. Pero es improbable que se les conceda el estatuto de refugiados y el asilo. La mayoría solo serán admitidos de forma provisional.

Suiza “solo concede asilo a una persona cuando puede demostrar que está siendo perseguida individualmente”, explica el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Una prueba “particularmente difícil” de presentar si se vive en el contexto de una guerra civil, en “donde se persigue a grupos de personas por pertenecer al bando contrario, o solo porque son sospechosas”.

La estricta interpretación que da Suiza a la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados resulta problemática, lamenta ACNUR en un informe publicado con motivo del 70 aniversario de este tratado. La responsable de la oficina del ACNUR para Suiza y Liechtenstein considera que Suiza debería abandonar las admisiones provisionales para conceder un nuevo estatus de protección.

swissinfo.ch: Su estudio muestra que Suiza interpreta la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de manera muy restrictiva. ¿Qué supone esto en el terreno práctico para, por ejemplo, un migrante afgano que llega a Suiza y desearía protección?

Anja Klug: La tasa de protección de los afganos en Suiza es alta. Ya lo era antes de que los talibanes volvieran al poder. Suiza acepta más del 80% de las solicitudes de protección de los refugiados afganos. Sin embargo, la mayoría de estas personas no obtienen la condición de refugiado porque no pueden dar fe de que son objeto de una persecución individual. La mayoría de los solicitantes de nacionalidad afgana son admitidos en Suiza de forma provisional, es decir, reciben un permiso F. La interpretación de la Convención (sobre el Estatuto de los Refugiados) resulta pues problemática.

¿La admisión provisional no les permite estar a salvo, como sí lo hace el estatus de refugiado?

El permiso FEnlace externo no es realmente un estatuto. Simplemente evita temporalmente que la persona sea devuelta a su país de origen. Además, este tipo de permiso no garantiza los mismos derechos que el estatuto de refugiado (permiso B, en Suiza). Las personas que son admitidos provisionalmente nos narran lo difícil que es encontrar un trabajo e integrarse. También enfrentan enormes dificultades en materia de reunificación familiar. Por otra parte, ellos prácticamente carecen del derecho a viajar y por lo tanto, de ir a visitar a algún familiar establecido en algún país vecino.

¿Cómo tendría Suiza que solucionar este problema?

Suiza tendría que aplicar correctamente la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados. Tendría que reconocer, como ya lo hacen otros países, a las personas que huyen de una persecución específica durante las guerras civiles cuando afecta a un grupo completo y no de una persona, por ejemplo, en un bombardeo, y concederles el estatus de refugiados. ACNUR también considera que la admisión provisional de estas personas debe ser reemplazada por un nuevo estatus de protección que les garantice los mismos derechos y acceso a beneficios que a los refugiados, en línea con la práctica que está vigente dentro de la Unión Europea (UE).

Sobre todo hay que reforzar la solidaridad europea. Esto significa que el régimen de Dublín debe reformarse Anja Klug, responsable de la Oficina del ACNUR para Suiza y Liechtenstein.

¿No tendría Suiza que estar interesada en considerar a estas personas como una mano de obra joven y productiva?

En efecto. Las personas que necesitan protección internacional van a quedarse en Suiza. Por lo tanto, al país anfitrión le interesa integrarlos. Cuanto mejor integradas estén estas personas, menos apoyo financiero necesitarán y más podrán contribuir a la sociedad suiza. Si hablamos con los refugiados, la mayoría de las veces esto es lo que quieren. Desean poder corresponder a Suiza por haberlos recibido.

A partir del verano ha aumentado el número de refugiados afganos que llega a Suiza desde Austria. ¿Tienen estas personas alguna posibilidad de obtener asilo?

Si estas personas llegan desde Austria tienen la posibilidad de obtener asilo, pero no en Suiza. Su solicitud será rechazada y serán devueltos a tierra austriaca, ya que el Convenio de Dublín establece que las solicitudes de asilo deben considerarse en el primer país de desembarque o llegada. Desde nuestro punto de vista, esto no es un problema, ya que estos refugiados obtendrán protección de Austria, que tiene un sistema de asilo adecuado.

Suiza es conocida por ser uno de los países que más utiliza las devoluciones del Convenio de Dublín. ¿Es una práctica voluntaria para disuadir a las personas que buscan asilo?

El principio del régimen de Dublín, que designa a un Estado como responsable y encargado de examinar la demanda de asilo de una persona, está bien. Antes de que se pusiera en marcha este sistema, algunos refugiados simplemente eran enviados de un país a otro. Pero el sistema aún tiene deficiencias. Los criterios que determinan qué Estado es el responsable de examinar la solicitud de asilo genera problemas. La atención a los refugiados se distribuye de forma muy desigual entre los países europeos. Algunos de ellos, cuya ubicación geográfica facilita las llegadas, se enfrentan pues a las dificultades relacionadas con el número de casos que deben tratar. Por otra parte, a pesar de que tenemos un sistema de asilo europeo, los estándares de recepción varían enormemente.

Entonces, ¿debería reformarse el sistema?

Sobre todo, lo que debemos hacer es fortalecer la solidaridad europea. Esto significa que se debe reformar el régimen del Convenio de Dublín. Hemos realizado varias propuestas al respecto. Mientras tanto, es vital aplicar con criterio estos principios de Dublín. Los Estados deben poner un gran cuidado en las devoluciones hacia países en los que el sistema de asilo es frágil, como Grecia o Bulgaria. También se debe prestar especial atención a las personas vulnerables o traumatizadas.

Traducido del francés por Andrea Ornelas