El Ejército birmano ataca de manera «indiscriminada, desproporcionada y mortífera»: AI

Bangkok, 28 abr (EFE).- Amnistía Internacional (AI) denunció este martes la escalada del conflicto armado en Birmania (Myanmar) y dijo que el Ejército birmano, enfrentado a guerrillas de minorías étnicas y prodemocráticas, emprende una ofensiva «indiscriminada, desproporcionada y mortífera».

Así lo afirma AI en su informe anual de 2024, en el que subraya que en el último año ha aumentado la frecuencia de los bombardeos aéreos militares y el número de ataques de los generales contra escuelas, hospitales e infraestructura civil.

Birmania se encuentra sumida en una guerra de guerrillas desde hace décadas, que empeoró tras el golpe de Estado de 2021, que puso fin a diez años de transición democrática y exacerbó el conflicto con el surgimiento de nuevas milicias prodemocracia que junto a antiguas guerrillas han ganado terreno al Ejército en el país.

La ONG subraya que, si bien el Gobierno de Unidad Nacional (NUG), formado en parte por diputados depuestos tras el golpe y que se declara la autoridad legítima en Birmania, desarrolló un sistema educativo en zonas bajo su control que permitió a los estudiantes ir a clase, los bombardeos a centros aumentaron la presión sobre los jóvenes, que en muchos casos abandonaron, así como los docentes.

Asimismo, asegura que la minoría musulmana rohinyá ha sufrido la peor violencia desde 2017, cuando el Ejército cometió «atrocidades» contra el grupo que Naciones Unidas investiga por supuesto genocidio, y que el conflicto y la represión militar han privado a los birmanos de su derecho a la educación.

La Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) emitió el pasado año una petición de arresto contra el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, por su papel en la campaña militar contra los rohinyá, que huyeron en masa al vecino Bangladés.

Amnistía Internacional denuncia también que el uso militar de los tribunales para reprimir la disidencia no cesó y que se detuvo arbitrariamente a personas sin cargos, se celebraron juicios masivos a puerta cerrada y se incrementó el uso de leyes como las antiterroristas.

La organización también denuncia torturas por parte de la junta militar y otros malos tratos como extracción forzosa de información, pésimas asistencias alimentaria y médica, y abusos físicos a mujeres detenidas arbitrariamente.

Según AI, la junta sigue recibiendo cargamentos de combustible de aviación pese al llamamento en contra en 2024 de la ONU: dos petroleros de propiedad china transportaron combustible de Vietnam a Birmania y un posible tercer cargamento habría llegado a desde Emiratos Árabes Unidos, indica.

El país sufrió el pasado 28 de marzo un devastador terremoto de magnitud 7,7 que dejó más de 3.700 muertos y cerca de 200.000 desplazados. La junta declaró un alto el fuego extendido hasta el 30 de abril que grupos opositores y rebeldes afirman no se ha respetado. EFE

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