El Parlamento alemán debate autorizar el almacenamiento subterráneo comercial de CO2
Berlín, 27 sep (EFE).- La cámara baja del Parlamento alemán comenzó a debatir este viernes un proyecto de ley impulsado por el Gobierno del canciller Olaf Scholz para autorizar la construcción de depósitos subterráneos de dióxido de carbono (CO2) para uso comercial, inicialmente solo bajo el mar del Norte.
El borrador fue presentado en el Bundestag por el ministro de Economía y Medio Ambiente, el verde Robert Habeck, que argumentó que en particular en ámbitos de difícil decarbonización como la producción de cemento no existen a día de hoy alternativas para volverlos climáticamente neutrales.
«El tiempo se nos ha agotado, no tenemos 15 o 20 años para pensar si se nos ocurre algo mejor. El calentamiento global está descontrolado y hay que usar la tecnología que hay, que es una tecnología segura», afirmó, en relación al almacenamiento subterráneo de CO2.
Al mismo tiempo, el ministro admitió el gran rechazo social que existe en Alemania a esta práctica, pero señaló que no sería razonable fomentar su uso bajo el lema de ‘no lo quiero en mi patio», externalizando la construcción a otros países.
«Por eso, en vista del debate público y como hacen los otros países, en un principio lo permitiremos solo ‘offshore’, o sea en alta mar», aseguró Habeck, que habló de «un gran paso adelante» en el ámbito de las políticas industrial y climática.
El almacenamiento subterráneo de CO2, también conocido como CCS, por las siglas en inglés de Captura y Almacenamiento de Carbono, está prohibido en la práctica en Alemania, donde es muy controvertido debido a los posibles riesgos de seguridad.
Varias organizaciones ecologistas publicaron este viernes una carta abierta crítica con el borrador, pues según señalan permitiría también el almacenamiento de emisiones causadas por el uso de combustibles fósiles que sí se hubieran podido evitar.
«El uso de CCS en el ámbito energético reduce los incentivos para la reducción de emisiones, porque hoy ya tenemos una alternativa clara para la producción de electricidad: las energías renovables», destacó el documento, firmado entre otros por Greenpeace o WWF.
Además, la carta señala que las necesidades energéticas de la industria pueden cubrirse casi completamente en base a la electricidad y que, allí donde no es posible, debería recurrirse al hidrógeno verde y a estrategias de eficiencia energética y economía circular. EFE
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