Grabación y ritual, elementos macabros de un descuartizamiento en Bolivia

La Paz, 8 sep (EFE).- El caso del descuartizamiento de una joven de 18 años en la ciudad boliviana de La Paz ha revelado más elementos sobre el agresor, una expareja suya que grabó el feminicidio, aplicó un ritual con el cuerpo cercenado e intentó culpar a quien era actual novio de la víctima.

Las investigaciones de la Policía han identificado a Matusalen M.A., de 22 años, como el principal investigado y que «ya ha confesado» el delito, manifestó el ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, en la presentación del sujeto.

El martes en la noche, la Policía informó sobre el arresto de dos sospechosos, entre ellos Matusalen M.A., expareja de la joven, y R.C.H., de 34 años, con quien hasta hace poco tenía una relación y que fue implicado por el que se cree es el verdadero agresor.

En declaraciones a los medios, el comandante de la Policía, Jhonny Aguilera, detalló que Matusalen M.A. acusó a R.C.H. «como corresponsable» del feminicidio, si bien por el momento «no se han encontrado elementos de orden material» que lo involucren y que se trataría de una «coartada».

Aguilera indicó que el agresor citó a la joven en un bosquecillo en el límite entre las ciudades vecinas de La Paz y El Alto y que se encontraron en el teléfono móvil del sujeto «vídeos» filmados por él mismo del momento «anterior a la muerte», una «especie de rito» mientras estrangulaba a su víctima.

Después de esto, el sujeto intentó hacerse pasar por la joven para enviar desde el teléfono de su víctima mensajes a su familia mencionando que «estaba yéndose de su casa», algo que es muestra de que el hecho fue planificado, mencionó el jefe policial.

Matusalen M.A. citó a la joven en el bosquecillo situado a «pocos metros de su casa», ahí la asfixió y grabó esa acción.

Luego cortó las partes de su cuerpo y las dejó esparcidas «en un radio de 15 metros». Matusalen M.A. tenía antecedentes por el abuso y asesinato de una menor de 4 años, agregó.

Este caso es el segundo que se produce en Bolivia en un semana luego de la muerte y cercenamiento del joven Anakin P.T. de 22 años a manos de una exnovia suya y la actual pareja de ésta.

El descuartizamiento eleva a 81 la cifra de feminicidios en el país, de los que únicamente siete tienen sentencia a pesar de que la mayoría de los agresores han sido capturados por la Policía, aseguró el ministro Del Castillo. EFE

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