Una amplia alianza de grupos de la sociedad civil quiere establecer nuevas reglas para las empresas con sede en Suiza que ejercen su actividad en el extranjero. El pueblo suizo decide sobre esta iniciativa el 29 de noviembre.
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Buenos días.
Es necesario que las empresas suizas tengan las mismas obligaciones en su país y en el extranjero, de otro modo se puede interpretar como un acto discriminatorio y racistas, algo así como decir: en mi país respeto las reglas, pero en otros países no, porque los habitantes de esos países son "inferiores", "subhumanos" que no merecen el mismo trato que el que tiene un ciudadano suizo.
En el Perú, las reglas y leyes son fácilmente vulnerables. Los funcionarios públicos se venden por unas pocas pesetas. Eso lo saben las empresas extranjeras, entonces compran a los funcionarios de alto y medio rango y hacen lo que quieren, en particular agrediendo al entorno, natural y urbano, que los acoge. Niños y ancianos son los más vulnerables y caen enfermos y muchos mueren.
Ante este panorama, podremos llamar a los propietarios y altos ejecutivos de esas empresas como racistas, corruptos, criminales, genocidas.
No son juzgados porque las leyes de su país y del nuestro los protegen.
Suiza, tuvo la oportunidad - el 29 de noviembre - de comportarse como una nación civilizada, pero le salió su espíritu plutocrático y contrario al respeto de los Derechos del Hombre. Es una pena. Una gran pena.
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