Auditores europeos quieren poder examinar todo el gasto de la UE hasta el receptor final

Bruselas, 16 jun (EFE).- El Tribunal de Cuentas Europeo pidió este lunes un «mandato claro» que le permita auditar «todo el gasto» que se realice a través del próximo presupuesto de la UE a largo plazo «hasta el nivel de perceptor final» e incluso las cuentas de organismos que no forman parte del ordenamiento jurídico del bloque.

Así consta en un informe en el que los auditores europeos analizan las oportunidades para mejorar el funcionamiento del Marco Financiero Plurianual (MFP), cuya propuesta será lanzada por la Comisión Europea en el mes de julio para dar el pistoletazo de salida a las negociaciones de unas cuentas que cubrirán, previsiblemente, el periodo 2028-2034.

En dicho documento, el Tribunal de Cuentas de la UE reclama tener un «mandato claro» para poder «auditar todo el gasto en el próximo presupuesto de la UE» y esto «incluye el control de los fondos de la UE hasta el nivel de perceptor final, así como la facultad de auditar organismos establecidos fuera del ordenamiento jurídico de la UE para aplicar políticas de la UE».

«Una pista completa de auditoría es necesaria para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y una buena adopción de decisiones», subrayan en un comunicado.

En el informe, los auditores apuntan a una serie de organismos sobre los que no tiene competencias de auditoría, lo que a su juicio supone que el Tribunal de Cuentas «es incapaz de realizar su papel completo de auditor externo de la UE con la consecuencia de que no habría un escrutinio democrático total».

Esta reivindicación ya fue recogida en un documento publicado en 2023 por los auditores, en el que detallaban, por ejemplo, que el Tribunal no tiene poderes para auditar las cuentas del fondo europeo de rescates (el Mecanismo Europeo de Estabilidad, MEDE), cuyas cuentas son supervisadas por entidades externas independientes, o los recursos propios del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

En consecuencia, el organismo reclama en su nuevo informe contar con «derechos completos de auditoría sobre cualquier acto legislativo que gobierne cualquier nuevo instrumento, facilidad o herramienta que se decida, ya sea dentro o fuera del próximo MFF».

En términos generales, el documento se adhiere al objetivo que tiene la Comisión Europea de simplificar y flexibilizar el próximo MFP, puesto que «podría llevar a una mayor eficiencia en el gasto mientras se reduce el riesgo de irregularidades y se alivia la carga administrativa», pero avisan de que «la simplificación no debe ir en detrimento de la rendición de cuentas».

«Los responsables políticos deberían tener en cuenta las consecuencias generales de la racionalización de las normas, en especial si pueden dar lugar a ambigüedades o reducir la supervisión», apuntan.

Del mismo modo, piden que el próximo presupuesto de la UE refuerce más la relación entre el desembolso de fondos y la adopción de reformas por parte de los Estados miembros que estén encaminadas a resolver «desafíos estructurales», de forma similar al funcionamiento actual del fondo de recuperación.

Por otro lado, abogan por introducir una «trazabilidad completa» de la financiación, así como responsabilidades «claras» de supervisión y vigilancia con el objetivo de «garantizar una rendición de cuentas y una transparencia adecuadas».

El MFP es el presupuesto a largo plazo de la UE (generalmente para siete años) y establece los límites de gasto anuales de todos los programas comunitarios, siendo los más importantes la Política de Cohesión y la Política Agrícola Común (PAC), que aglutinan entre ambos dos tercios del billón de euros que compone dichas cuentas.

Las negociaciones entre los Estados miembros para pactar el presupuesto a largo plazo de la UE son tradicionalmente de las más complicadas y enfrentan a aquellos países que, como España, apuestan por un MFP más grande y ambicioso, frente a los llamados ‘halcones’ que, encabezados por Alemania, son mucho más reacios a aumentar su dotación. EFE

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