Mozambique en Lugano

'Domingo en el área del puerto', 1959. www.galbur.ch

'Iluminando Vidas', una muestra de Ricardo Rangel en el Museo Cantonal de Arte, más allá de lo mero estético.

«Se trata de dar una ojeada a lo que sucede en el sur de África, especialmente en Mozambique donde la fase del post colonialismo ha tenido momentos difíciles, como la independencia o la guerra civil, antes de conocer finalmente un periodo de paz», explicó a swissinfo el director del museo, Marco Francioli.

Acompaña a Rangel toda una generación de jóvenes fotógrafos mozambiqueños alumnos suyos: Kok Nam, Joao Costa, Joel Chiziane, Rui Assubuji, Alfredo Paco, Luis Basto, Naíta Ussene, Alfredo Mueche, Martinho Fernando, Ferhat Momade, Albino Mahumana, José Cabral, Alexandre Fenías y Sergio Santimano cuyas 100 imágenes se unen a las 25 fotografías del maestro.

Una lente documental

El estilo que Rangel inauguró en los años 50, cuando se convirtió en el primer fotógrafo mestizo aceptado como colaborador en un periódico nacional (‘Noticias de Tarde’), es documental; no se limita al lado estético, aunque posee una gran belleza y una enorme fuerza que radica en el realismo, en su capacidad de contar historias con imágenes.
Esto era precisamente lo que la opinión pública mundial requería en aquellos primeros años. La misma exigencia que, por ejemplo, en Estados Unidos determinó el éxito de la revista ‘LIFE’, y en el Londres de entonces, el ‘Illustred London News’, o ‘L’illustration’ en París.

El público europeo especialmente se encontraba cansado de fotografías folclóricas o románticas de un África mítica y salvaje, una especie de paraíso exótico, o un lugar de espanto.

Diferente pero también similar

Rangel tuvo el mérito de mostrar un país en su momento clave: la independencia del colonialismo portugués. Un país diferente, sí, pero también muy similar a muchos otros. Con su humanidad dolida o exultante, su vida social, sus ciudades llenas de contradicciones: barrios altos, anchas avenidas, clubes exclusivos… o, en contraposición, escenas de burdeles, de gente viviendo en lugares de degradación.

Muy interesantes son las imágenes de Kok Nom, nacido también, como Rangel, en Lorenzo Márquez, hoy Maputo. Nam es hijo de emigrados chinos y se ha dedicado a documentar los acontecimientos más importantes de la historia reciente de Mozambique.

A él debemos la serie de fotografías de guerra que son ya una leyenda. El autor ha viajado por todo el país, acompañando militares y jefes del FRELIMO (Frente de Liberación de Mozambique).

Al extremo opuesto, con fotografías llenas de luz y de alegres o conmovedoras escenas de la vida cotidiana, tenemos a Sergio Santimano, quien, presente en la inauguración de la muestra de Lugano, explicó su interés por el Mozambique actual:

«Regresar a mi país, del cual estuve ausente algunos años, significaba respirar un aire fresco y poder testimoniar un nuevo estadio de desarrollo. Y, aunque en parte haya sido así, también me he visto afectado por algunos acontecimientos trágicos como el asesinato de Carlos Cardoso».

La abstracción del juego

Los temas de las fotografías de esta exposición van, de la denuncia del racismo (recordamos una imagen de Rangel donde aparecen dos puertas: una con el cartel «hombres» y otra donde está escrito «sirvientes», para indicar respectivamente, «blancos» y «negros»), al tema del armamento de los soldados o de la población mortificada por la guerra civil.

No faltan escenas de chiquillos que, como en todas partes, logran abstraerse con sus juegos de situaciones desesperadas, haciendo uso de los materiales más inusuales como los juguetes.

En su conjunto, la muestra ofrece una imagen positiva de África. Más allá de los estereotipos que se repiten en los telediarios o en el cine, vemos aquí una población que no está sólo formada por miserables, enfermos de Sida o analfabetas.

‘Iluminando Vidas’ nos da la percepción de un país donde la gente sonríe, descansa, trabaja con entusiasmo, se reúne en alegría y vive una vida que vale la pena de ser vivida.

La exposición quedará abierta hasta el 21 de julio del 2002.

Lupita Avilés, Lugano