Polonia refuerza frontera bielorrusa en “crisis política, no migratoria”
Cracovia (Polonia), 10 nov (EFE).- Polonia reforzó hoy miércoles la vigilancia en la frontera con Bielorrusia en previsión de que se produzcan nuevos intentos de cruces masivos por parte de inmigrantes irregulares en lo que consideró “una crisis política” y no una crisis migratoria.
El Gobierno polaco reafirmó la decisión de conducir la situación en la zona como “una crisis política desencadenada por Lukashenko para desestabilizar la situación en la Unión Europea (UE)”, y no como “una crisis migratoria”, según declaro este miércoles el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki.
El ministro de Defensa, Mariusz Blaszczak, confirmó que Polonia mantiene a 15.000 efectivos desplegados en la frontera con Bielorrusia, entre militares, Guardia Fronteriza, policías y reservistas, en previsión de nuevos intentos de incursiones de migrantes irregulares.
“Si es necesario, se aumentará (ese número)”, dijo el ministro; “nuestras fuerzas están preparadas para cuidar de la seguridad de nuestra patria”.
El coronel Marek Pietrzak, de las Fuerzas de Defensa Territorial polacas, aseguró el martes que se ha movilizado a 8.000 miembros de este cuerpo paramilitar y que 1.000 de ellos serán desplegados de manera inminente en la zona.
En las últimas horas, el Gobierno polaco informó de varios incidentes ocurridos durante la noche del martes al miércoles, en los cuales participaron “tres grandes grupos” formados por “entre varias docenas y 200 personas”.
Según la portavoz del cuerpo de la Guardia de Fronteras en la provincia de Podlaquia (este), Katarzyna Zdanowicz, “todos los intentos (de pasar la frontera) fueron frustrados, y todas estas personas fueron reconducidas de regreso a Bielorrusia”.
Sin embargo, no todos los aproximadamente 60 integrantes de otro grupo que logró traspasar la alambrada durante esa misma noche fueron detenidos y las autoridades continúan buscando a un número indeterminado de ellos.
El ministro de Defensa explicó que este comportamiento “de quienes atacan la frontera polaca” denota un “nuevo modus operandi” al pasar de intentos masivos de derribar las vallas y llegar por la fuerza a territorio polaco, a “dividirse en pequeños grupos”.
SE MANTIENE ESTADO DE EMERGENCIA EN EL ESTE DEL PAÍS
El estado de emergencia se mantiene vigente en los casi 200 municipios polacos fronterizos con Bielorrusia y desde el martes por la mañana, y hasta nuevo aviso, se ha prohibido totalmente el acceso de civiles a las zonas más conflictivas.
Las imágenes aéreas y vídeos facilitadas por el Gobierno muestran cómo, entre 800 y 1.000 personas según la fuente, se encuentran acampadas en varios puntos y a pocos metros de la alambrada levantada por Polonia.
Asimismo, en fotos exhibidas por el ministro de Defensa, se puede ver a numerosos niños y mujeres deambulando en las inmediaciones de la frontera.
Diversas fuentes han ido informando de que al menos 10 personas han fallecido en los últimos dos meses debido al frío y las malas condiciones de los asentamientos.
MOVIMIENTO DE MINSK EN CONNIVENCIA CON MOSCÚ
Según denuncia Varsovia, el régimen de Aleksander Lukashenko, en connivencia con Rusia, facilita el viaje de personas desde países como Irak, Afganistán o siria y les empuja a trasladarse a la frontera polaca para desestabilizar a la UE.
Desde hace semanas, el Gobierno polaco denuncia provocaciones por parte de Bielorrusia, y ha informado de incidentes en los cuales “hombres uniformados” dispararon balas de fogueo cerca de guarniciones polacas o apuntaron con sus fusiles a soldados.
Además, según fuentes del Gobierno polaco, militares bielorrusos custodian, dan instrucciones y conducen a los grupos de migrantes de manera coordinada y con el objetivo de hostigar a los polacos.
Varsovia ha reclamado la cooperación con la OTAN y la UE para imponer más sanciones a Bielorrusia e impedir el tráfico aéreo entre Oriente Medio y Minsk y Morawiecki se refirió a la situación como “terrorismo de estado”.
El primer ministro Morawiecki declaró que “la frontera entre Polonia y Bielorrusia es la frontera entre el país del orden y el país de la anarquía, el que utiliza a las personas como escudos humanos para cumplir sus objetivos”. EFE
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