Una comunista lidera y dos ultraderechistas en disputa: claves de las elecciones en Chile
María M.Mur
Santiago de Chile, 14 nov (EFE).- Los chilenos están llamados este domingo a elegir al sucesor del progresista Gabriel Boric en unos comicios marcados por el liderazgo en las encuestas de la exministra comunista Jeannette Jara y por la disputa por el segundo lugar entre los ultraderechistas José Antonio Kast y Johannes Kaiser.
A continuación, las claves de unas presidenciales que por primera vez tendrán voto obligatorio, lo que arroja aún más incertidumbre al resultado, y en las que la seguridad y la economía han dominado prácticamente toda la campaña.
Jara encabeza pero no le alcanza
La exministra de Trabajo de Boric, de 51 años, representa a la coalición progresista más amplia de la historia -desde los democristianos hasta el Partido Comunista- y lidera todas las encuestas, con un promedio del 28,6 % en intención de voto, lo que es insuficiente para hacerse con la Presidencia en la primera vuelta.
En la campaña ha tratado de desmarcarse de la gestión de Boric para llegar también a los descontentos con el Gobierno y ha buscado convencer al electorado de que la izquierda sí puede controlar la delincuencia y la migración irregular.
Es la primera vez que una militante comunista representa a toda la izquierda y centro-izquierda en unas presidenciales, aunque las probabilidades de que gane en la previsible segunda vuelta del 14 de diciembre son escasas debido a que las candidaturas de derecha y ultraderecha suman más de la mitad, de acuerdo a todos los sondeos.
Su promesa estrella es la implementación de un «sueldo vital» de 750.000 pesos (800 dólares), con el que dice que se reactivará la economía, y se ha abierto a congelar su militancia comunista para tratar de llegar a más gente.
Pugna en las ultraderechas
Hace unas semanas parecía muy claro que el ultraderechista José Antonio Kast, de 59 años, pasaría a segunda vuelta, pero gran parte de los sondeos publicados antes de la veda electoral muestran que el líder del Partido Republicano estaría perdiendo apoyos y que podría estar en riesgo su tercer intento por llegar a La Moneda.
El causante es el diputado Johannes Kaiser, líder del recién creado Partido Nacional Libertario y de una ultraderecha más radical en sus propuestas y en sus formas, a quien algunas encuestas sitúan empatado con Kast, su antiguo aliado, con cerca del 20 % de los votos, o incluso por encima.
A diferencia de Kast, que en esta campaña ha buscado mostrarse más moderado tras perder contra Boric en 2021 por sus posturas extremas, Kaiser reivindica sin complejos la dictadura militar (1973-1990) y está dispuesto a dar la llamada «batalla cultural» en temas como el aborto, el matrimonio igualitario o la eutanasia.
Los dos, en cualquier caso, prometen cerrar fronteras, aplicar mano dura contra la migración irregular y la delincuencia, bajar impuestos y reducir el tamaño del Estado.
En cuarto lugar, estaría la exalcaldesa Evelyn Matthei, de la derecha tradicional, que fue durante meses la favorita pero luego se empezó a desinflar hasta el 14 % en las encuestas. Hay otros cuatro candidatos a La Moneda sin apenas posibilidades, de acuerdo a los sondeos.
Seguridad y economía, en el centro
El aumento de la delincuencia, la migración y la ralentización de la economía han monopolizado la campaña electoral, dejando atrás los grandes debates en torno al modelo de país que marcaron la discusión los últimos años, sobre todo durante los procesos constituyentes.
Todos los candidatos coinciden, incluida Jara, en que hay que endurecer la lucha contra el crimen organizado, pese a que Chile sigue siendo uno de los países más seguros de América.
También están de acuerdo en retornar a tasas de crecimiento del 4 %, frente al 2,6 % actual, y a reducir el desempleo, aunque sus recetas son bien distintas.
La incógnita del votante obligado
Chile ha ido a las urnas una docena de veces desde las graves protestas de 2019, pero estas presidenciales tienen una peculiaridad y es que por primera vez el voto es obligatorio para todos los mayores de 18 años, es decir, para más 15,6 millones de personas, de los cuales 880.000 son extranjeros con más de cinco años de residencia.
En las presidenciales de 2021 solo votaron 8,3 millones de personas (el 55,6 % del padrón electoral), por lo que la gran incógnita es por quién votará este gran bolsón de electores desmovilizados.
Se trata principalmente de jóvenes y de sectores populares que, según expertos, priorizan el pragmatismo por encima de la ideología y se inclinarían más por un voto de castigo, por lo que la oposición saldría a priori beneficiada. EFE
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