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Lula espolea la COP27 y advierte que sin Amazonía protegida no hay “seguridad climática”

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, participa en un coloquio sobre el bosque amazónico el 16 de noviembre de 2022 en la cumbre climática COP27 en Sharm el Sheij, Egipto afp_tickers

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso este miércoles organizar la conferencia del clima de la ONU de 2025 en la Amazonía, durante una visita a la COP27 de Egipto en la que advirtió que sin protección de los bosques tropicales no habrá “seguridad climática”.

El exsindicalista de izquierda anunció que como parte de su política climática creará un ministerio de Pueblos Originarios, cuando el 1 de enero inicie su mandato.

Recibido con vítores y aplausos por centenares de personas a su llegada a la conferencia en Sharm el Sheij, Lula aseguró que librará una “lucha muy fuerte” contra la deforestación y que hablará “mucho” con los pueblos indígenas.

“Vamos a acabar con el proceso de degradación que están viviendo nuestros bosques tropicales”, proclamó.

No puede haber “seguridad climática en el mundo sin una Amazonía protegida”, declaró luego en otro acto abarrotado de gente, entre ellos el propio presidente en ejercicio de la COP27, el canciller egipcio Sameh Shukri.

Para ello será necesaria también la colaboración financiera de la comunidad internacional, advirtió Lula, retomando una estrategia que desarrolló durante sus dos primeros mandatos (2003-2010).

El mandatario en ciernes subió los ánimos de una conferencia preocupada por la aceleración del cambio climático y por las consecuencias de la guerra en Ucrania sobre el suministro energético.

La COP27 tiene como uno de sus principales temas de negociación la posibilidad de crear algún tipo de mecanismo financiero para enfrentar las pérdidas y daños causados por el cambio climático.

“Necesitamos con mucha urgencia mecanismos financieros (…), no podemos retrasar más ese debate”, proclamó Lula en un discurso con guiños a Latinoamérica y África.

Lula insistió en su idea de realizar la COP30 de 2025 en el estado de Amazonas o en el de Pará, ambos en la región amazónica de Brasil.

– Ministerio de Pueblos Originarios –

Lula afirmó que el futuro ministerio de los Pueblos Originarios es una medida de justicia, para que los indígenas “no sean tratados como bandidos” y sean socios y beneficiarios de una nueva política a la que contribuirán con sus propias propuestas.

“Brasil está de vuelta”, aseguró el líder izquierdista, de 77 años, rodeado de gobernadores de la cuenca amazónica. “Brasil no puede estar aislado como lo estuvo en los últimos cuatro años”, martilleó.

A pocos metros se encontraba el pabellón oficial del gobierno de Jair Bolsonaro, que tiene también una activa agenda de actos públicos en la COP27.

– Encuentros diplomáticos –

Cuando aún faltan seis semanas para que asuma su cargo, Lula arrancó el martes su agenda diplomática en este balneario egipcio, con encuentros con el enviado especial para el clima estadounidense, John Kerry, y el negociador jefe chino, Xie Zhenhua, además de otras bilaterales.

“Me sentí alentado por la manera como habló, para enfrentar el problema de una vez por todas, para preservar la Amazonía”, declaró Kerry al referirse a su encuentro con Lula.

“Trabajaremos de forma diligente para lograr ese objetivo junto a nuestros aliados, Noruega, Alemania y otros países que han estado profundamente comprometidos con eso durante mucho tiempo”, añadió Kerry.

La deforestación promedio anual en la Amazonía aumentó un 75% con respecto a la década anterior durante el mandato de Jair Bolsonaro.

Noruega y Alemania anunciaron, tras la victoria de Lula, estar dispuestos a reanudar su apoyo financiero para preservar la selva virgen amazónica en Brasil, después de haberlo retirado en 2019, poco después de la llegada al poder de Bolsonaro.

Noruega es el mayor contribuyente de ese fondo y, según su ministerio de Medio Ambiente, hay actualmente 641 millones de dólares disponibles.

Brasil concentra el 60% de la Amazonía, uno de los mayores sumideros de CO2 del planeta, repartido entre nueve países y fundamental en la lucha contra el cambio climático.

Lula anunció que su “primera iniciativa” será reunir a esos países, en el marco del Tratado de Cooperación Amazónica, para que puedan hablar del “desarrollo integral de la región, con inclusión social y mucha responsabilidad climática”.

La deforestación del lado brasileño, según datos oficiales, alcanzó en el período 2020-2021 un máximo en 15 años a causa de la promoción de la minería y las actividades agropecuarias por parte del gobierno de Bolsonaro.

Esa devastación representa casi la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero del país, según el Observatorio do Clima, una oenegé.

La diputada y líder indígena Sonia Guajajara, presente en el acto de Lula, urgió al presidente electo a “pensar con la gente las políticas sociales”. Y lo emplazó a culminar en sus primeros meses de gobierno la demarcación de cinco territorios indígenas adicionales.

Lula celebrará otros dos actos públicos el jueves, mientras que la COP27, que termina oficialmente el viernes, entra en su recta final negociadora.

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