«Compatriotas», una iniciativa para integrar a las ucranianas en su ejército

Rostyslav Averchuk

Leópolis (Ucrania), 13 feb (EFE).- Las mujeres desempeñan un papel cada vez más relevante en el ejército ucraniano, con un número de efectivos femeninos superior ya a los 60.000, a las que un grupo de voluntarias ayudan a paliar las lagunas existentes en el suministro de equipos para las soldados.

Kseniya Draganuk, de 27 años, se interesó por primera vez en la presencia de la mujer en las fuerzas armadas cuando la hermana de su marido, de 25 años, se alistó voluntaria en el ejército. Lo mismo hicieron miles de ucranianas en los días posteriores al inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero del año pasado.

«Estaba claro que las mujeres soldado necesitaban un tipo de equipamiento distinto y algunos productos específicos, que no proporcionaba el ejército», explica a EFE.

El propósito de Draganuk de ayudar a la hermana de su marido tomó forma como organización benéfica de cierta envergadura bajo el nombre de «Zemliachky» -«Compatriotas»-. Con las donaciones de patrocinadores y ucranianos de a pie, responde a las peticiones de las mujeres soldado y envía cada semana cientos de paquetes con los artículos necesarios para su labor en el frente.

«Es de vital importancia que una mujer soldado se sienta cómoda», subraya Draganuk, que explica que actualmente el ejército sólo proporciona calzado, ropa y equipamiento masculino que no tiene en cuenta la anatomía femenina.

«Imagínate tener que llevar zapatos o un casco varias tallas más grandes que las tuyas o un chaleco antibalas hecho para hombres, que pesa tanto como la mitad de ti», explica.

En estrecha interacción con las mujeres soldado, la fundación ha diseñado uniformes adecuados para las mujeres, que ya se están fabricando en todo el país.

La fundación proporciona chalecos antibalas más ligeros para las mujeres. Muy solicitados están también los productos de higiene, medicinas y los sacos de dormir algo más cálidos.

«Asumimos que el Estado no puede hacer frente a tantos y tan enormes desafíos. El ejército se amplió a cerca de un millón de soldados, y sentimos que tenemos que ayudar», comenta Draganuk.

«Zemliachky» también recoge la experiencia de las mujeres soldado en el frente.

Iryna «Talisman», de 22 años, médico militar, cuenta que su mayor reto es demostrar que una mujer puede ser tan útil y superar tantas dificultades como sus compañeros. Según ella, ser mujer crea retos adicionales, pero los demás soldados de su unidad hacen lo que pueden por darles el máximo acomodo.

Draganuk admite que es preciso un cambio cultural en la mentalidad del ejército para que las mujeres soldado reciban el mismo trato y se les asignen las mismas tareas que a los hombres.

Sostiene que las mujeres pueden ocupar cualquier puesto en el ejército ucraniano y que aproximadamente la mitad de las 60.000 que se han integrado en las filas sirven siempre o a menudo en la línea de frente. «Unas 7.000 de ellas sirven como francotiradoras, médicas o en las unidades de reconocimiento», explica.

Varios informes sugieren que existe una tendencia entre los oficiales masculinos a impedir que las mujeres realicen las tareas más peligrosas. Pero es probable que la presencia cada vez mayor de mujeres en la tropa y la necesidad de repeler la invasión rusa cambien esa dinámica.

«Lo único que debería importar es la capacidad profesional de cada soldado», subraya Draganuk.

Lo más duro de su trabajo es asumir la muerte de mujeres a las que ayudaba su equipo. Según el Ministerio de Defensa, hasta diciembre habían muerto más de 100 mujeres soldado, más de 50 estaban desaparecidas y unas 100 heridas.

La fundación también ha abierto una línea de apoyo psicológico. Draganuk ama a todas sus soldados, pero siente que no está capacitada profesionalmente para ayudarlas cuando comparten su dolor y cuentan las experiencias que les han cambiado la vida.

«Necesitan ayuda. No pueden descargarlo todo en sus seres queridos, que de todos modos se preocupan por ellas», afirma. Es probable, añade, que la recuperación post-traumática se convierta en uno de los principales retos cuando acabe la guerra

«Todo el mundo vive un trauma. Pero no puedes tomarte un reposo cuando estás defendiendo tu hogar», subraya la voluntaria. EFE

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