Mirada al corrupto sistema de salud de México
‘Un monstruo de mil cabezas’ es una de las 13 películas que compiten por el premio principal ‘Mirada de Oro’ del Festival Internacional de Cine de Friburgo (FIFF) y una de las cinco producciones llegadas de Latinoamérica.
Un nuevo encuentro de viejos amores. Desde su creación en 1980, el FIFF, entonces conocido como el Festival de Cine del Tercer Mundo, ha mantenido una relación estrecha con la producción fílmica latinoamericana.
En esta edición se presenta el filme ‘Un monstruo de mil cabezas’, del director uruguayo Rodrigo Plá, un conocido de Friburgo que ya en 2008 ganó con ‘La Zona’, el Premio del Público. Otro uruguayo, Sandino Saravia, su productor, es hoy el que visita Friburgo y conversa en exclusiva con swissinfo.ch.
¿Productor y director uruguayos de un filme mexicano?, preguntamos con cierta sorpresa. “Es parte de una nueva dinámica que se da en nuestro continente. Múltiples colaboraciones entre diferentes países, estimuladas por los entes estatales del cine, lo que potencializa la producción y la dota de una nueva energía”, responde Saravia.
Cabe recordar que esa colaboración en Latinoamérica, hasta hace muy poco solo se podía lograr con productoras europeas, acostumbradas a dar apoyo al cine independiente de autor.
Un pie en México, otro en Uruguay
‘Un monstruo de mil cabezas’, una de las trece películas elegidas en la competición oficial del FIFF, es emblemática de esta nueva cinematografía que salta fronteras.
Saravia, junto con Rodrigo Plá y Laura Santullo- la guionista del filme-, es socio fundador de la compañía Buenaventura Cine, en México; y, en paralelo, los tres son propietarios también, en Uruguay, de Malbicho Cine.
Las dos empresas “además de asegurar la viabilidad de nuestras propias obras, promueven producciones de jóvenes talentos o de cineastas reconocidos como el brasilero Gabriel Mascaró y su más reciente película, ‘Boi Neon’, presentada en la muestra de Venecia y ganadora ya de numerosos premios internacionales”, explica el productor.
Drama social: la atención médica en México
El nuevo filme de Rodrigo Plá aterriza en suelo helvético con probados antecedentes. Abrió en septiembre del año pasado la sección Horizontes de la ‘Mostra di Venezia’, donde obtuvo comentarios muy positivos de la prensa especializada.
El realizador uruguayo utiliza una obra de suspenso como medio para presentar un drama social: La lucha de una mujer desesperada por obtener los medicamentos que necesita su marido moribundo. El seguro médico, al que cotiza desde siempre, le niega la medicina con argumentos burocráticos que, en realidad, esconden un andamiaje administrativo corrupto.
“Algo que no funciona y el problema va más allá del seguro médico-social”, denuncia Saravia, a través de esta obra que descubre la indefensión que padece mucha gente en México – y en otros países del continente- frente a las instituciones. La dura realidad de un Estado que no protege a los ciudadanos. Una impunidad que provoca, en muchos casos, reacciones violentas, desesperadas.
FIFF, espacio “privilegiado”
Mostrar las propias películas es un objetivo esencial de cada realizador y productor. Es lo que le da sentido al cine mismo, reflexiona Saravia.
Por eso es de máximo interés estar en cada lugar que se pueda. En cada festival que abra sus puertas. En cada sala que ofrezca un espacio. “Haber sido seleccionados para la competición oficial de este festival es ya un honor y un privilegio”, enfatiza.
¿La importancia de participar en el FIFF? “Mucha. Por una parte, el reconocimiento de la Comisión Artística del FIFF de habernos seleccionado entre miles, considerándonos como una producción de calidad y que puede movilizar a su público. Por el otro, la posibilidad de que el mismo público se convierta en promotor y publicista activo del filme”.
Sin olvidar que siempre es posible que un distribuidor local pueda interesarse en comprar el producto para presentarlo en los cines helvéticos, acota Saravia.
Por el momento, Un Monstruo de mil cabezas, que necesitó casi tres años para ver la luz del día y algo más de un millón de dólares para producirla, tiene asegurada su pronta distribución en Francia, Estados Unidos y diversos países latinoamericanos.
Claves del nuevo cine latinoamericano
Según Saravia, este impulso se debe a varias razones. Por un lado ha surgido una camada de jóvenes realizadores que proponen obras muy interesantes. “Muchos de ellos ya se han hecho un nombre en el concierto del cine internacional, incluyendo festivales muy prestigiosos”, afirma.
A esto se suma el acceso a fondos nacionales que favorecen la producción fílmica, en países como Brasil, Argentina, México y, más recientemente, en Colombia y Chile. ”Esto potencia enormemente nuestros proyectos, especialmente porque en esos países los entes oficiales fomentan las coproducciones latinoamericanas”, detalla.
Adicionalmente, se han creado nuevos mecanismos de financiamiento en países como México, donde las empresas pueden destinar fondos a la producción cinematográfica obteniendo a cambio significativas deducciones impositivas, concluye.
“Si en esta edición elegimos cinco películas latinoamericanas, responde a la calidad de las mismas, anota, por su parte, Thierry Jobin, director del FIFF.
Los 5 filmes latinoamericanos en Friburgo:
-Un Monstruo de mil cabezas, México, del director uruguayo Rodrigo Plá
-Semana Santa, de la mexicana Alejandra Márquez Abella
-Yo, coproducción mexicana, suiza y canadiense, dirigida por Matías Meyer (con apoyo del fondo suizo Vision Sud-Est)
-Alias María, película colombiana de José Luis Rugeles
-Luz Incidente, del director argentino Ariel Rotter
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.