Las ‘playas’ del Sena pasan los controles y solo la lluvia podría impedir los baños

París, 19 jun (EFE).- La lluvia y las crecidas fluviales podrán ser los principales escollos de las ‘playas’ del Sena, las tres zonas de baño del emblemático río que vuelven a abrir al público el próximo 5 de julio después de 100 años, explicó este jueves el Ayuntamiento de París.

El Consistorio, que ha presentado hoy los resultados positivos del último control de salubridad del agua, apuntó a tres ejes que han mejorado la calidad del río: la instalación de medios para almacenar precipitaciones, el trabajo de las depuradoras y la mejora de los saneamientos para reducir los vertidos.

Después de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos del verano pasado, que albergaron las pruebas de triatlón y natación en aguas abiertas en el Sena, París continuó con los trabajos de reducción de vertidos y aguas residuales para garantizar el baño a todo el mundo este verano.

«Si autorizamos el baño significa que la calidad del agua se ha comprobado con arreglo a la normativa europea y que, por tanto, no hay ningún riesgo en ir a nadar», ha zanjado el teniente de alcalde de París responsable del Sena, Pierre Rabadan, con los obreros a sus espaldas preparando las superficies de madera donde los bañistas podrán zambullirse en el agua o yacer al sol.

Sin embargo, el acceso a las tres nuevas ‘playas’ seguirá condicionado a la meteorología y a los controles diarios establecidos por un protocolo que acordaron el Gobierno francés y la Agencia Regional de Salud y que analizarán la corriente fluvial, la calidad del agua y las posibles crecidas por precipitaciones.

Entre el 5 de julio y el 31 de agosto, el río acogerá a los bañistas de forma gratuita y, siempre que el tiempo lo permita, en tres espacios habilitados en pleno corazón de París: a pies del Puente Sully frente a la Isla Saint-Louis (centro), en Bercy ante la Biblioteca Nacional (este) y en el Puerto Grenelle con vistas a la Torre Eiffel (oeste).

Para los técnicos municipales, la mayor dificultad a la hora de diseñar los espacios de baño fueron las «variaciones del nivel del Sena» que se producen con los episodios de lluvias estivales.

«Estas variaciones del nivel del agua nos obligaron a diseñar una estructura articulada. El muelle sobre el que estamos está fijo y el resto de la estructura puede moverse con el agua. (…) Todo el recinto puede variar de altura hasta un cierto tope estructural en el que se puede desenganchar [en caso de inundación]», ha explicado Charles Freudiger, uno de los arquitectos.

La zona de baño de Bercy es la más grande de todas, con capacidad para unas 700 personas, mientras en las otras dos podrán acceder entre 150 y 200 bañistas.

Poder nadar en un río Sena saludable y renovado no solo es una herencia de los Juegos, sino que brindaría a los parisinos la oportunidad de escapar en plena ciudad del calor de la canícula, cada vez más potente debido al cambio climático. EFE

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