Santo Tomé y Príncipe celebra cincuenta años de independencia de Portugal

Nairobi, 12 jul (EFE).- Santo Tomé y Príncipe, el segundo país más pequeño de África, celebró este sábado cincuenta años de independencia de Portugal con una ceremonia a la que asistió el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, entre otros dignatarios extranjeros.

El acto se celebró ante cientos de personas en la Plaza de la Independencia en la capital, Santo Tomé, amenizado por desfiles de militares y grupos culturales.

En un discurso, el presidente santotomense, Carlos Vila Nova, señaló que la conmemoración de la independencia es «motivo de alegría inagotable» y destacó los «importantes avances en los ámbitos de la educación, la salud y los derechos humanos».

El mandatario también se congratuló por «la consolidación del Estado democrático» en este país insular africano del golfo de Guinea, que tiene un historial de intentos de golpe de Estado.

No obstante, Vila Nova aludió también a los actuales desafíos del país, cuya economía es «incapaz de generar empleos y la riqueza que garantiza (…) una mejor calidad de vida para todos», y donde «el sistema judicial no responde satisfactoriamente a los problemas que aquejan a la sociedad».

«Unamos nuestras fuerzas para construir una nación más fuerte, más resiliente, más pacífica, más justa y más sostenible», concluyó Vila Nova

En un comunicado, el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Mahmoud Ali Youssouf, felicitó al Gobierno y al pueblo de Santo Tomé y Príncipe por su medio siglo de independencia.

La UA reafirmó su «sólida alianza con Santo Tomé y Príncipe y su dedicación a la promoción de la integración regional, el desarrollo sostenible y la paz duradera en todo el continente».

Santo Tomé y Príncipe, el segundo país más pequeño de África después de Seychelles, está situado a unos 250 kilómetros de la costa noroeste de Gabón.

Este país, que tiene algo más de 220.000 habitantes, es exportador de productos como cacao y café y también vive de la agricultura, la pesca y el turismo, pero depende en gran medida de la ayuda internacional. EFE

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