
AI denuncia que Japón discrimina a las embarazadas en un programa para refugiados sirios

Amnistía Internacional criticó al gobierno japonés por discriminar a las embarazadas en un programa destinado a acoger a un grupo reducido de refugiados sirios.
El primer ministro, Shinzo Abe, anunció en mayo que Japón -con una población de 127 millones-, aceptaría acoger a 150 estudiantes sirios en cinco años a partir de 2017.
Más tarde, dijo que el país recibiría también a familiares de los estudiantes.
La cifra contrasta con la de países como Noruega que, con una población de 5,1 millones, ha prometido recibir a unos 9.000 sirios.
AI denunció que el programa nipón excluye virtualmente a las mujeres embarazadas.
Primeramente, la «Iniciativa Japonesa para el futuro de los Refugiados Sirios» indicaba que «no se recomienda a las embarazadas acogerse» al programa, según AI y la agencia gubernamental a cargo del asunto, JICA.
Tras las protestas, el texto fue cambiado por: «Antes de pedir beneficiarse del programa, se recomienda a las embarazadas considerar cuidadosamante los riesgos potenciales para la salud y la vida de la madre y el feto».
JICA se defendió este miércoles al asegurar que el objetivo del programa no es «rescatar a los desfavorecidos sino formar a personal» para la reconstrucción de Siria.
«Cuando una embarazada viene a Japón y da a luz, debe quedarse cierto tiempo» en el país, dijo a la AFP un portavoz de JICA, Satoshi Murakami, defendiendo empero que el programa no busca excluir a este colectivo.
Pero AI insistió en que el programa «reduce las posibilidades para las mujeres» que quieren obtener el estatuto de refugiado.
El año pasado, Japón aceptó a 27 refugiados, entre ellos tres sirios, entre 7.500 solicitudes de 69 países, según las cifras oficiales.