Conversaciones suspendidas en Sudán tras muerte de jóvenes manifestantes
Las conversaciones previstas para este martes en Sudán con los militares fueron suspendidas, después de que los negociadores del movimiento contestatario civil decidieron trasladarse a la ciudad en la que seis manifestantes, cinco de ellos estudiantes de secundaria, fueron asesinados la víspera durante una manifestación.
«No habrá negociaciones hoy, porque aún estamos en Al Obeid», declaró este martes a la AFP uno de los negociadores, Taha Osman, en una conversación telefónica. Satea al Haj, otro jefe de la protesta, también presente en Al Obeid, lo confirmó.
«No podemos sentarnos a la mesa de negociaciones con quienes están matando a revolucionarios», señaló Siddig Yussef, también jefe de los manifestantes.
Los cinco estudiantes murieron durante una manifestación el lunes en Al Obeid (centro) en la que denunciaban la escasez de pan y carburante, y que también dejó más de 60 heridos, indicaron el movimiento de contestación y habitantes.
La noche del martes, una asociación de médicos cercana al movimiento de contestación anunció que un sexto manifestante sucumbió a sus heridas, tras haber recibido «una bala en la cabeza», pero no precisó si también se trataba de un estudiante de secundaria.
En Jartum, centenares de estudiantes de secundaria se congregaron este martes para denunciar la muerte de sus compañeros en Al Obeid. «¡Matar a un estudiante es matar a la nación!», coreaban estos jóvenes manifestantes, algunos de ellos en uniforme escolar, en el barrio de Burri, constató un periodista de la AFP.
Los manifestantes acusan a los temidos paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), dirigidas por el número dos del Consejo Militar en el poder, Mohamed Hamdan Daglo, de haber disparado contra la muchedumbre que protestaba por la escasez de pan y combustible en Al Obeid.
«Matar a civiles pacíficos es un crimen inaceptable, que no puede quedar impune», señaló el jefe del Consejo Militar de Transición, general Abdel Fattah al Burhan.
El régimen ordenó el cierre de todos los centros educativos, desde guarderías hasta escuelas de secundaria, hasta nueva orden.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) instó este martes a las autoridades sudanesas a «investigar y someter a la justicia a todos los autores de actos de violencia contra niños», indicando que los manifestantes asesinados tenían entre 15 y 17 años.
País pobre con una economía asfixiada, Sudán es escenario de un enorme movimiento de protestas desde diciembre.
Desencadenadas después que se triplicase el precio del pan, las protestas se convirtieron en oposición al presidente Omar al Bashir, derrocado y detenido por el ejército el 11 de abril, después de ejercer el poder con mano de hierro durante casi 30 años.
Las negociaciones previstas este martes buscaban concluir ciertos puntos del acuerdo alcanzado el 17 de julio, que definió la instauración de un Consejo Soberano compuesto por cinco militares y seis civiles para liderar la transición durante un poco más de tres años.