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EEUU golpea a Hezbolá en pos de contrarrestar las ambiciones regionales de Irán

El jefe del Hezbolá libanés, Hassan Nasrallah afp_tickers

Estados Unidos aumentó el martes la presión contra el movimiento libanés Hezbolá, decidido a contrarrestar agresivamente las ambiciones regionales de Irán, una semana después de imponer medidas para paralizar la economía de la República islámica.

Washington acusa a Teherán de ser el mayor patrocinador de terrorismo del mundo debido a sus vínculos con muchos grupos armados, en particular la poderosa milicia de Hezbolá en el Líbano y el movimiento palestino Hamas, que controla la Franja de Gaza.

El martes, el gobierno de Donald Trump mantuvo la designación de Hezbolá como “organización terrorista extranjera”, emitida hace 21 años, y además declaró “terrorista global” al hijo de su líder, ofreció recompensas por la captura de militantes vinculados a Irán, y aplicó sanciones contra cuatro importantes representantes del grupo en Irak.

Con sus acciones, Washington también marcó una nueva táctica de presión dentro del Líbano, cuyo primer ministro designado, Saad Hariri, ha estado en una encrucijada con Hezbolá, una facción política importante entre los musulmanes chiítas.

“Las acciones destructivas de Hezbolá han puesto en peligro al pueblo libanés”, dijo Nathan Sales, coordinador de contraterrorismo del Departamento de Estado en declaraciones a periodistas.

Sales acusó a Hezbolá, el único de los partidos políticos del Líbano que no se desarmó después de la guerra civil de 1975-1990, de “usar a civiles como escudos humanos” ocultando misiles en centros poblados.

“La capacidad de Hezbolá para desestabilizar no se limita a Medio Oriente. Es capaz de hacerlo dentro del propio Líbano”, añadió.

El Departamento de Estado declaró a Jawad Nasrallah, el hijo del líder de Hezbolá Hassan Nasrallah, como un “terrorista global”, lo que significa que cualquier activo suyo bajo jurisdicción de Estados Unidos será bloqueado y no podrá hacer transacciones con personas y empresas estadounidenses.

Washington calificó a Jawad Nasrallah de “líder en ascenso” de Hezbolá, y dijo que en los últimos años reclutó gente “para llevar a cabo ataques terroristas contra Israel en Cisjordania”.

– “Se busca” –

Sales también dijo que Estados Unidos ofrecerá cinco millones de dólares por información que permita ubicar a tres hombres en Líbano, entre los que está el segundo de Hamas, Saleh al Aruri, visto como el enlace clave entre el movimiento islamista palestino e Irán.

Estados Unidos vinculó a Al Aruri con el asesinato en 2014 de tres adolescentes israelíes en Cisjordania, incluyendo al ciudadano estadounidense-israelí Naftali Fraenkel.

También pidió la captura de Khalil Yousif Harb y Haytham Tabatabai, ambos acusados ​​de dirigir las crecientes operaciones militares de Hezbolá en todo Medio Oriente.

Arabia Saudita, rival de Irán, impuso en 2015 sanciones a Harb por el papel de Hezbolá en Yemen, donde la coalición liderada por los sauditas ha estado golpeando a los rebeldes hutíes en lo que Naciones Unidas llama la peor crisis humanitaria del mundo.

Estados Unidos evocó las sanciones de Arabia Saudita, a pesar de las recientes críticas de Washington al reino por el asesinato del disidente Jamal Khashoggi en su consulado de Estambul.

Hezbolá, fundado en los años 1980 por partidarios del gobierno revolucionario de Irán con el objetivo de poner fin a la ocupación de Israel en el sur del Líbano, ha aumentado cada vez su fuerza en toda la región.

Se estima que envió miles de combatientes a Siria para apoyar al presidente Bashar al Asad, un aliado iraní y miembro de la secta heterodoxa alauí, que ha intentado aplastar a los rebeldes sunitas y al grupo extremista Estado Islámico (EI).

– Sanciones contra Hezbolá en Irak –

Por otra parte, el Departamento del Tesoro estadounidense impuso este martes sanciones económicas a cuatro hombres que, según dijo, eran fundamentales para las actividades de Hezbolá en Irak.

Las medidas alcanzaron a Shibl Muhsin ‘Ubayd Al-Zaydi, Yusuf Hashim, Adnan Hussein Kawtharani y Muhammad’ Abd-Al-Hadi Farhat, por mover fondos, adquirir armas y entrenar combatientes en Irak para Hezbolá.

Según el Tesoro, Al-Zaydi era un coordinador clave entre Hezbolá, los Guardianes de la Revolución iraní, cuerpo de élite de la República Islámica, y sus partidarios en Irak, y los otros tres proporcionaban información.

“Hezbolá es un representante terrorista del régimen iraní que busca socavar la soberanía iraquí y desestabilizar Medio Oriente”, dijo Sigal Mandelker, subsecretario del Tesoro para terrorismo e inteligencia financiera.

El gobierno de Trump prometió reducir la influencia iraní en el Medio Oriente y la semana pasada reimpuso sanciones económicas contra Teherán, que se habían levantado después de que Irán firmara un acuerdo para terminar su programa nuclear.

Sales dijo que Irán paga 700 millones de dólares al año por Hezbolá. “Lamentablemente, son los iraníes los que se ven obligados a pagar este precio”, afirmó.

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