España dice que la relación con Marruecos no se ve afectada por recibir al líder del Polisario
La ministra de Asuntos Exteriores de España afirmó este viernes que la relación con Rabat no se verá afectada por el hecho de haber acogido, en un hospital español, al líder de los independentistas saharauis del Frente Polisario.
El gobierno español confirmó el jueves que Brahim Ghali, secretario general del Polisario, había sido recibido por “razones estrictamente humanitarias” a fin de recibir atención médica. Según fuentes saharauis, su líder contrajo el covid, lleva días ingresado y su estado “no es preocupante”.
Preguntada por AFP en rueda de prensa, la ministra española Arancha González Laya no quiso confirmar en qué ciudad se encuentra ingresado Brahim Ghali, de 73 años de edad, ni ofrecer ningún detalle sobre su venida a España.
“La presencia del señor Ghali en España es por razones estrictamente humanitarias, para recibir un tratamiento médico, y porque es un gesto humanitario y un gesto médico voy a guardar la mayor discreción respecto a los detalles”, declaró.
Desde hace años, el Polisario reclama un referendo de independencia en el Sáhara Occidental, ex colonia española.
Una opción descartada por Rabat, que controla la mayor parte de este desértico territorio y a principios de mes mató con un dron al líder militar del Polisario, Addah Al-Bendir.
Según el foro Far-Maroc, una página no oficial de las fuerzas armadas marroquíes en Facebook, Brahim Ghali estaba a su lado y “sobrevivió” a la operación.
La situación es embarazosa para España, que necesita a Marruecos como aliado para contener la inmigración ilegal desde sus costas, y desde hace meses tiene pendiente organizar una cumbre bilateral, oficialmente postergada a causa de la pandemia.
En ese sentido, González Laya enfatizó este viernes que el ingreso del líder del Polisario en un hospital español “ni impide ni perturba las excelentes relaciones que España tiene con Marruecos”.
Según la canciller, Marruecos es “un socio privilegiado de este país, y lo es en lo económico, en lo político, en lo migratorio, en lo empresarial, en la lucha contra el cambio climático, y eso no cambia”.
En noviembre, los independentistas saharauis, que cuentan con el apoyo de Argelia, tomaron las armas en respuesta a una operación militar marroquí en una zona tapón del extremo sur del Sáhara Occidental.
