Italia continuará la instalación de buque regasificador en la costa toscana

Roma, 22 dic (EFE).- Las obras para instalar un buque regasificador en la costa de la Toscana seguirán adelante después de que la Justicia italiana rechazara este jueves suspender de manera cautelar el proceso, tal y como pedía el ayuntamiento de Piombino, ciudad que se opone a esta infraestructura.

El regasificador de Piombino forma parte de la estrategia de Italia para acabar con la dependencia energética de Rusia, aunque la localidad más próxima a la nueva instalación lleva meses rechazando el proyecto y presentó un recurso ante el Tribunal Administrativo con el fin de frenar la concesión para su construcción.

El tribunal estimó que la obra no incumplía ninguna norma ambiental pero programó una audiencia el próximo 8 de marzo en la que se debatirá el fondo del recurso.

La instalación de este regasificador fue una idea del Ejecutivo de Mario Draghi, pero su sucesora, Giorgia Meloni, no ha dado señales de querer detenerla.

De este modo, el alcalde de Piombino, Francesco Ferrari, del partido ultraderechista Hermanos de Italia, ha emprendido un pulso con el gobierno de la Toscana, del progresista Eugenio Giani, pero también con el nacional, en manos de Meloni, líder de su formación.

El regidor justificó su recurso diciendo que la instalación de este buque podría tener consecuencias para la salud pública, así como para los operarios del puerto, por lo que exigió una verificación de seguridad por parte de la magistratura.

«Somos conscientes de la emergencia energética y el carácter de interés nacional de las nuevas medidas de aprovisionamiento de gas pero eso no puede hacerse prescindiendo de las garantías para la seguridad de la comunidad de Piombino», alegó.

Snam, empresa controlada por el Estado, ha adquirido esta nave, la «Golar Tundra», con una capacidad de almacenaje de unos 170.0000 metros cúbicos de gas natural licuado y una capacidad de regasificación continua de 5.000 millones de metros cúbicos anuales.

La idea inicial era terminarla este año para que pudiera entrar en funcionamiento la próxima primavera con gas licuado llegado en barcos, una parte de la estrategia energética italiana para limitar la dependencia de Rusia tras la invasión ucraniana.

Por otro lado, el pasado 8 de noviembre Italia dio el visto bueno a la instalación de otro buque regasificador en la costa del mar Adriático, a escasos kilómetros de la ciudad de Rávena, en el noreste del país, con el mismo objetivo.

Draghi emprendió una serie de medidas para acotar la dependencia energética de un país, Italia, que importaba el 90 % del gas que consumía y, además, el 40 % procedía de territorio ruso.

En la actualidad, Rusia ha dejado de ser su primer proveedor de gas y ha sido sustituida por Argelia, un país con el que está unido por un gasoducto que parte del norte africano, atraviesa el Mediterráneo y desemboca en Sicilia. EFE

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