Junta golpista birmana exige a los partidos rechazar al Gobierno de Unidad
Bangkok, 15 jun (EFE).- La junta militar que tomó el poder en Birmania por un golpe de Estado exigió a los partidos políticos que rechacen cualquier vínculo con el opositor Gobierno de Unidad Nacional (NUG), al que califica de “terrorista”.
El mando castrense advirtió por escrito a varias formaciones y representantes de los partidos de las consecuencias de relacionarse con el autodenominado gobierno electo, creado en abril por políticos y activistas opositores al régimen militar, según una de las cartas a la que tuvo acceso el portal The Irrawaddy.
Entre las amenazas se encuentra la detención, supuestamente por asociación con grupos ilegales, de cualquier persona relacionada con el grupo disidente y les pide que emitan comunicados donde no reconozcan la legitimidad del bando opositor.
El NUG está compuesto en su mayoría por políticos de la Liga Nacional para la Democracia (LND), que encabezada por la nobel de la paz Aung San Suu Kyi arrasó, al igual que hiciera en 2015, en los comicios generales celebrados en noviembre.
Sin embargo, el Ejército no reconoce esos resultados y alega el fraude de 10,5 millones de votos como argumento para la sublevación del 1 de febrero, horas antes de la formación del nuevo Parlamento.
El medio señala que algunas cartas de la junta militar fueron entregadas a políticos de la LND, cuya posible ilegalización es estudiada por la nueva Comisión Electoral nombrada por los uniformados.
Las misivas también fueron enviadas a varias formaciones políticas de minorías étnicas rivales del Ejército, incluidas algunas cuyos brazos armados han apoyado explícitamente al NUG o rechazado el golpe de Estado.
Tras más de cuatro meses desde el levantamiento que terminó con la incipiente y joven democracia en Birmania, el Ejército no ha logrado tomar el control de todo el país a pesar de la brutal represión con la oposición al mando castrense.
Las fuerzas de seguridad han disparado a matar contra los manifestantes pacíficos que reclaman el restablecimiento de la democracia y la liberación de sus líderes electos, entre ellos Aung San Suu Kyi.
Al menos 863 personas han perdido la vida a raíz de la violencia desatada por las fuerzas de seguridad, según cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.
Algunos de los manifestantes han decidido tomar las armas contra el Ejército cansados de los pocos avances de las protestas pacíficas; mientras se han abierto o recrudecido a lo largo del país los enfrentamientos entre los militares y grupos rebeldes armados. EFE
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