
Comienza juicio sobre masacre en el Museo Judío de Bruselas

El juicio contra Mehdi Nemmouche por el asesinato a sangre fría de cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas en 2014 comenzó este jueves en Bélgica, casi cinco años después de los hechos.
Si el tribunal apoya la tesis de la acusación, el ataque, que conmocionó al mundo, sería el primero perpetrada en Europa por un yihadista de regreso de Siria, meses antes del atentado de París de noviembre de 2015 (130 muertos).
Un jurado popular conformado por ocho hombres y cuatro mujeres deberá pronunciarse, junto a los magistrados, sobre el papel de Nemmouche, de 33 años, y del otro acusado por «asesinato terrorista», el galo Nacer Bendrer, de 30 años.
En Bruselas, el proceso, que inició el jueves hacia las 09H30 (08H30 GMT), debería durar hasta el 1 de marzo y contará con más de 100 testigos. El interrogatorio a los acusados está previsto a partir del martes.
Nemmouche llegó al tribunal vestido con un suéter naranja, acompañado por dos policías encapuchados. A continuación, confirmó su identidad al inicio del juicio, que dedicará los dos primeros días a la lectura del auto de acusación.
El proceso se anuncia como un pulso entre los acusados, que niegan los hechos, y las partes civiles, entre ellas familiares de las víctimas y asociaciones judías, que consideran «contundentes» las pruebas recabadas.
Según la acusación, Nemmouche es el hombre que el 24 de mayo de 2014 disparó hacia las 15H45 en la entrada del Museo Judío y mató en 82 segundos a dos turistas israelíes, a una mujer francesa y a un joven empleado belga.
Entonces, este hombre nacido en 1985 en Roubaix, en el norte de Francia no muy lejos de la frontera belga, había regresado hacía poco de Siria, donde combatió en las filas yihadistas
– «Discurso conspirativo» –
A Nemmouche, un delincuente reincidente radicalizado en prisión, también se le conoce por su papel de presunto carcelero de cuatro periodistas galos en 2013 en Alepo (Siria), por el que debe ser juzgado en Francia.
En la investigación francesa sobre el caso de los periodistas secuestrados, aparece descrito como un carcelero «violento» y que admira a Mohamed Merah, el hombre que mató a tres menores y un padre judíos en 2012 en Francia.
«Por supuesto que sí, es un tipo muy inteligente, pero nunca olvidaré sus capacidades para la violencia y para el peligro», dijo el jueves Didier François, uno de los periodistas, a la radio Europe 1.
Para Yohan Benizri, presidente el Comité Coordinador de Organizaciones Judías en Bélgica (CCOJB), constituida en parte civil, no hay duda sobre la naturaleza antisemita de los asesinatos en la capital belga.
El temor, confió Benizri a la AFP, es que los abogados de Nemmouche, Sébastien Courtoy y Henri Laquay, intenten «minimizar» ese aspecto antisemita o «hacer un discurso de tipo conspirativo».
La hipótesis sobre la responsabilidad de agentes israelíes en la matanza ya fue evocada durante una vista previa por Courtoy, para quien su cliente fue «seleccionado» para cometer este «pseudoatentado».
Laquay explicó este jueves por la mañana que su cliente, que se enfrenta a la cadena perpetua, estaba «sereno y tranquilo». «Escogerá el momento en el que hablará», agregó el letrado a los periodistas.
Seis días después del ataque, Nemmouche fue detenido en posesión de dos armas en la estación de autobuses de Marsella (sur de Francia), donde meses después, en diciembre, se detuvo también al otro acusado.
La investigación considera que Bendrer lo ayudó a hacerse con armas. Ambos se conocían de su paso entre 2009 y 2010 por una prisión francesa, donde hacían «proselitismo» entre los presos musulmanes, según las autoridades.
La proximidad entre ambos queda reflejada en el casi medio centenar de contactos telefónicos en el espacio de 15 días en abril de 2014, cuando se supone que Nemmouche preparaba el ataque.